Tanto el montaje de la sepultura como de los nichos y columbarios, previamente se construye una cimentación de hormigón armado en correspondencia con el estado de situación del terreno, así, como el número de unidades a colocar. De esta forma resulta un conjunto resistente y se evitan deslizamientos y posteriores fallos en la estructura. El sistema de machihembrado que presentan estas piezas hace que la estructura muestre una alineación perfecta, para ser posteriormente rematada por las losas de cierre en los laterales y la cubierta, lográndose un perfecto acabado con diferentes materiales, de acuerdo a las exigencias del proyectista. Todas las juntas son selladas con mortero de cemento estructural y masilla de poliuretano para así lograr una total estanquidad del sistema y una uniformidad estructural del conjunto.